«Toma un café y acude a pasar un rato sentado en uno de los bancos de la plaza, casi siempre el mismo, leyendo el periódico del día. Hay dos cosas, las únicas, por las que acude allí: oír el repicar de las campanas y descubrir y dejarse sorprender por quien ocupe el banco de enfrente»
«Llegarás, como repites cada año, con la venida del verano. Te veré pasear algunas mañanas y, también, descansar bajo una sombrilla de playa al caer la tarde. También es seguro que te irás, como hoy acaba esta primavera. Lo que no sé es si, esta vez, cruzaremos entre nosotros algo más que una mirada»
«La singularidad fuera de su hábitat, hace del hombre rana que viva en una continua dicotomía a la que enfrentarse»
«Ninguna otra cosa valora más que su atalaya. Un lugar privilegiado desde donde observa el paso de los días»
«Es de noche y, sin embargo, la luz de unos cohetes ilumina la ciudad. Lanzados al cielo sin razón aparente, no hay quien encuentre explicación a qué obedece y quién es el artífice ni los motivos que tiene»
«El señalador siempre apunta al mismo lugar. Fijó la varilla en esa dirección, intencionadamente, por algún motivo que escondía. Tampoco es la única veleta que colocó así; hay otras repartidas por las ciudades donde vivió»
«Baila, aunque le incomoda el bullicio, y sueña con un lugar donde hacerlo en presencia de pocas personas: sus amigos»
«Duerme tranquila, amor. Yo fui quien detuvo la máquina del tiempo»
«Creció, creció y creció hasta que, con otros, formó un pilar fundamental en la sociedad de nuestros días»
«Vive libre y se jacta de su libertad»
«Cruzarse con él le motivó para hacer lo mismo: correr por la playa. La intención inicial acabó aquel mismo día».
«Te descubrí con tus tacones sobre el suelo empedrado y te perdí calle abajo, cuando cruzaste el arco»
«Ante la duda, decidió buscar la libertad a ambos lados de la tela metálica»
«Agudizó el ingenio al comprobar que el inmovilizador electrónico del coche dejó de funcionar»
«Sintió su roce y algo que le atrapaba a la altura del antebrazo, cerca de la bocamanga. Era ella»
